València, ciudad de tapas
Si por algo destaca la oferta gastronómica de València es por su variedad y calidad. Aquí no se mata el hambre, ¡aquí se disfruta! Una de las mejores opciones es apostar por las tapas. Esas raciones que mezclan con originalidad ingredientes diversos, en ocasiones con la eficacia de los antiguos alquimistas. Unas raciones que, por su tamaño y buen precio, te permiten probar muchos sabores y distintas elaboraciones en la misma comida. Y que te hacen cerrar los ojos mientras capturas para siempre ese instante en tu memoria sensitiva.
La proximidad de los productos cosechados en l’Horta y los pescados cerca de nuestras costas, son la mejor garantía de frescura y de intensidad en el tapeo valenciano. Atrévete a probar las tapas autóctonas, que no son sino pequeños milagros culinarios de kilómetro 0. Ah, y un consejo para que siempre aciertes en tu elección. En València la red de mercados municipales invade casi cada barrio. Son templos consagrados a los alimentos de temporada y custodian lo mejor del campo, de la ganadería y del mar. Si te recomiendan un restaurante o un bar cerca de un mercado… ¡probablemente aciertes!
Conviene señalar que en València hay muchos lugares exclusivos para tapear, templos del tapeo tradicional, gastrobares con tapas gourmet, fusión o contemporáneas… pero también en muchos restaurantes y arrocerías la carta de entrantes es tan extensa y variada que da para prescindir del plato principal y pedirlo “todo al centro”.
LAS MEJORES TAPAS LOCALES
Cuando el producto es fresco y de calidad no necesita mucho artificio. En el mundo del tapeo en València se cumple el dicho de que “menos es más”.
Comencemos por las clóchinas, similares en apariencia a los mejillones pero mucho más pequeñas, delicadas y de sabor más intenso. Sólo se obtienen en aguas de València y están disponibles entre mayo y agosto, los meses sin “r”. ¡Y no engordan nada! Son plato estrella en Casa Montaña (Josep Benlliure, 69), donde las sirven cocinadas en su propio jugo empleando solo un poco de agua y en La Pilareta (Moro Zeid, 13), también al vapor, pero con un puntito de guindilla seca y pimentón dulce.
El esgarraet es otro plato muy valenciano. Tiene la simplicidad de las obras maestras con su combinación de bacalao desalado y pimiento rojo asado, bien regado con aceite de oliva y aderezado con ajo. Delicioso en La Pepica (Paseo de Neptuno, 6).
La titaina es una combinación muy de proximidad, con lo mejor del mar y la huerta, típica del barrio del Cabanyal, el más próximo al Mediterráneo. Se elabora sofriendo tomate, pimiento rojo asado, piñones y un producto marinero estrella, la tonyina de sorra, que no es sino ventresca de atún en salazón. En el Gastro Trinquet Pelayo (Pelayo, 6) la sirven con un puntito de modernidad.
Siempre se ha dicho que el buen perfume se vende en frasco pequeño. Pues bien, este refrán le va como anillo al dedo a otro molusco estelar del litoral de València, las tellinas. La elaboración es sencilla pero muy efectiva: plancha, sal y un toque de ajo y perejil. Casa Isabel (Paseo Marítimo), Zacarías (Císcar, 16), o el Bar Ricardo (Dr. Zamenhof, 16) son toda una garantía de éxito.
El sepionet es un cefalópodo local de pequeño tamaño que también pide plancha. Morder uno es experimentar un torrente de sabores que deja huella. En el Bar Maipi (Maestro José Serrano, 1) saben muy bien cómo prepararlo.
La hermana mayor del sepionet es la sepia, a la que València festeja con diversas elaboraciones, muy ricas todas ellas: encebollada, a la plancha, con mahonesa… El Bar Marvi (Santos Justo y Pastor, 14) y Mi Cub (Mercado de Colón) son buenos lugares para probarla. Hay una forma de paladearla que te sorprenderá, la que propone la Taberna La Sènia (Sènia, 2) con sus tallarines de sepia con pesto casero.
El all i pebre es un guiso de anguila especiado con ajo y pimienta, acompañado de patatas y servido en cazuelita de barro. Este plato, muy vinculado a l’Albufera y alrededores, lo bordan en restaurantes como Mateu (Vicente Baldoví, 17. El Palmar).
Junto a las recetas locales conviven otras muchas, también exquisitas, que te harán salivar: patatas bravas, calamares a la romana o plancha, habas estofadas, ensaladilla rusa, boquerones fritos o en vinagre, chipirones o puntilla, pulpo a la brasa, gambas a la plancha o al ajillo, caracoles, croquetas o tortillas varias… Además, en muchos locales de tapeo valencianos es habitual mezclar estas tapas con tablas de fiambre, ibéricos o quesos, montaditos o carnes trinchadas al centro de la mesa.
Para conocer además los caldos de esta tierra, puedes contratar una visita guiada con cata de vinos valencianos y tapeo; y también es muy apetecible una ruta de tardeo tapeando por El Cabanyal, antiguo barrio de pescadores que guarda todo su encanto y es una de las zonas gastronómicas de moda de la ciudad.