Rutas arquitectónicas por València
Descubre los edificios más singulares de la ciudad
Un paseo por València es un recorrido por 2.000 años de historia, reflejada en los variados estilos arquitectónicos que se pueden encontrar por la ciudad. No hace falta ser un experto para apreciar la belleza de La Lonja o quedarse embelesado con las siluetas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Son joyas arquitectónicas que saltan a la vista, pero en València hay muchas más por descubrir.
Una vez al año, el festival de arquitectura y urbanismo Open House València te ofrece la oportunidad de explorar algunos de esos edificios singulares que normalmente no están abiertos al público en sus jornadas de puertas abiertas. Pero además, Open House te propone cuatro rutas arquitectónicas por la ciudad que puedes seguir fácilmente a pie por tu cuenta en cualquier momento para disfrutar de los edificios más fascinantes de la ciudad. ¿Te animas a seguirlas?
Los 10 imprescindibles
Si solo tienes tiempo para hacer una ruta arquitectónica, hay edificios que simplemente no te puedes perder. El yacimiento romano de l’Almoina, la maravillosa arquitectura civil gótica de la Lonja (designada Patrimonio de la Humanidad), y el colorido modernista del Mercado Central son algunos de los imprescindibles. Tampoco podían faltar los ejemplos más espectaculares de arquitectura moderna, como el edificio Veles e Vents en la Marina o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, obra maestra de Santiago Calatrava.
Pero entre los Top 10 que recomienda Open House también encontrarás sorpresas. Podrás, por ejemplo, atravesar la puerta más alta de València para entrar al Teatro El Musical en el Cabañal. ¿Y si te contamos que hay una curiosa fachada que recuerda a un templo egipcio en medio de sencillos bloques de pisos detrás de la Plaza de Toros? Es la Casa Judía, una joya del Art Decó valenciano. También puedes ver el Espai Verd, un original concepto de arquitectura ecológica, aunque solo por fuera (para visitarlo tendrás que esperar a la próxima jornada de puertas abiertas).
Innovación en la Marina
La dársena interior del puerto de València, rehabilitada con motivo de la Copa América de vela en 2007, se ha convertido en un espacio lúdico y cultural donde disfrutar de paseos junto al mar o unas tapas marineras al sol. Tan fascinante como contemplar el ir y venir de yates y pequeñas embarcaciones es hacer un recorrido por la ecléctica arquitectura que bordea la Marina.
Edificios de principios del siglo XX como los antiguos tinglados con su decoración de azulejos, los docks donde se almacenaba la mercancía, la aduana o el icónico edificio del Reloj que daba la bienvenida a València, conviven hoy con las construcciones más modernas. Entre ellas se encuentra la que fue base del equipo de vela suizo, Alinghi, hoy sede de exposiciones y actos culturales, y el edificio Veles e Vents con sus deslumbrantes voladizos blancos, la auténtica joya de la corona.
Diseñado por los arquitectos David Chipperfield y Fermín Vázquez, Veles e Vents es el nuevo punto de referencia de la Marina, presidiendo la entrada a la ciudad por mar. Su interior alberga espacios para eventos y varios bares y restaurantes donde reponer fuerzas al final del recorrido. Si puedes, reserva mesa en La Sucursal en la planta superior, y disfruta no solo de su excelente cocina, galardonada con dos Soles Repsol, sino también de las mejores vistas panorámicas del litoral.
Brutalismo y Modernidad
La ciudad también esconde muestras de una de las corrientes del movimiento moderno más impactantes: el brutalismo. Se trata de un estilo arquitectónico más “crudo”, de formas afiladas y geométricas, en el que abunda el hormigón armado y los elementos estructurales expuestos.
Varios ejemplos se encuentran en la zona universitaria, en torno a la Avenida Blasco Ibáñez, incluyendo las Facultades de Psicología, la de Geografía e Historia y la de Filosofía y Ciencias de la Educación.
La ruta incluye otros centros educativos como el Colegio Alemán, reconocible instantáneamente por la combinación de mosaicos y cristaleras de su fachada, y el Colegio Guadalaviar, una singular escuela-jardín de los años 50. Vegetación y hormigón se combinan también en las viviendas ecológicas del Espai Verd, un innovador proyecto urbanístico de finales del siglo XX – recuerda que solo puede verse por fuera, a excepción de las visitas durante el festival Open House.
Ruta Goerlich
El arquitecto valenciano Javier Goerlich Lleó transformó la fisonomía de la ciudad en la primera mitad del siglo XX, ampliando plazas y accesos urbanos, y añadiendo edificios icónicos en los que se combinan modernismo, eclecticismo y neobarroco con elementos exóticos y Art Decó. A él le debemos el armonioso diseño de espacios públicos como la Plaza de la Reina o la Plaza del Ayuntamiento, y algunos de los monumentales edificios que los bordean como el del Banco Vitalicio de España-Generali o el Edificio Gras-Bianqui.
Otro de sus principales legados es la Avenida del Oeste, la arteria que conecta el Mercado Central con la Iglesia de San Agustín, reconstruida también por Goerlich. A lo largo de esta gran vía que emula a las elegantes avenidas de otras capitales europeas, se encuentran esbeltas construcciones que combinan el racionalismo con elementos de Art Decó, como los edificios Nebot, Martí-Cortina, Torner o Monistrol, entre los más altos de su época. Admira su bella arquitectura, pero ¡no olvides bajar la vista de vez en cuando para no tropezar!
