Recorre los alrededores de València con la València Tourist Card
Parques naturales, restos romanos e íberos, monasterios de ensueño, playas y deliciosas rutas gastronómicas están ahora a tu alcance con la València Tourist Card, pues ya puedes moverte sin restricciones por toda el área metropolitana incluida en las zonas A y B. Destinos como Sagunto, Manises, Alboraia o Lliria, que se encuentran fuera de la ciudad, quedan a tiro de tu tarjeta. Dispones de viajes ilimitados en las redes de metro, autobús, autobús metropolitano y cercanías de trenes. Hay mucho que descubrir y para todos los públicos. ¡Colócate la mochila y ten a mano tu València Tourist Card que comenzamos con una serie de propuestas!
Civilizaciones antiguas y rutas fluviales
Un buen lugar donde empezar nuestro recorrido es en Lliria (Metro L2 y Metrobús L145 y 245), una villa con un patrimonio arqueológico impresionante. Destaca el Tossal de Sant Miquel, yacimiento de la antigua Edeta íbera, que se encuentra en las faldas del monasterio de San Miguel, a unos 400 metros del núcleo urbano.
En las proximidades se encuentran otros restos de la misma civilización, como el Mont Ravana y el Castellet de Bernabé. También son notables las huellas de Roma, especialmente los mausoleos conservados que constituyen uno de los conjuntos funerarios más importantes de la antigua provincia de Hispania. Completan el legado romano de Lliria las termas de la partida de Mura, que presentan un estado de conservación excelente, el santuario oracular, donde reinaban los augures y sus sacrificios y adivinaciones, y el conocido como Molló del Plá de L’Arc, pilar de una construcción de grandes dimensiones.
Muy cerca de Lliria queda Vilamarxant (Metrobús L 245), localidad ideal para explorar las construcciones clásicas asociadas a la cultura y empleo del agua en el Parque Natural del Turia. Nada mejor para conocer las posibilidades de esta zona verde que visitar el Centro de Visitantes del Parque. Desde aquí parte una ruta, de 9 kilómetros, que recorre la ribera del río hasta el Mas dels Frares y se adentra en caminos rurales y pistas forestales. Los numerosos paseos fluviales que propone el Turia bien merecen explorarlos en bicicleta o a pie.
Cicatrices de la Guerra Civil en plena Sierra Calderona
Aún son visibles las huellas que dejó la Guerra Civil española en tierras valencianas. Náquera (Metro a Bétera L1 y desde allí tomar Metrobús L230) propone una senda circular que recorre las posiciones defensivas del Cabeç Bord, punto del último cinturón defensivo de la ciudad de València. Aún pueden verse por allí restos de trincheras, pistas de acceso, galerías subterráneas, balsas de agua para refrigeración de armas y nidos de ametralladora de la contienda. Muchos de los ministros y altos cargos republicanos vivieron en chalets de la zona de La Carrasca cuando se trasladó la capitalidad de Madrid a València.
Muy cerca, Serra (Metro a Bétera L1 y desde allí tomar Metrobús L230), es una pintoresca localidad que destaca por los restos de su castillo y las numerosas torres defensivas de origen islámico. Perderse por sus calles, siempre en cuesta pronunciada, permite apreciar el típico pavimento de piedras de rodeno.
Serra se encuentra en medio de un espacio natural que representa uno de los pulmones verdes de la provincia de València: la Sierra Calderona. La zona merece unos buenos paseos. Si estás en buena forma no debes dejar de visitar el mirador del Garbí, donde entre cortados y peñascos obtendrás una espectacular vista de la línea litoral que une la Sierra de Irta con el Cabo de Sant Antoni. ¡Y hasta las islas Columbretes en un día despejado!
Un paseo entre arrozales
Ubicada en el corazón del Parque Natural de L’Albufera, Sollana (Línea C1 tren cercanías) invita a adentrarse en el marjal que la rodea. Los campos de arroz van cambiando su fisonomía conforme avanza el cultivo. De áreas completamente inundadas a una gran superficie uniforme de un color verde intenso, justo antes de la siega, en septiembre. Distintas sendas señalizadas permiten disfrutar de este ecosistema único y cambiante que atrae numerosas especies de aves en periodo de migración.
Cerámica y horchata
Manises (Metro L 3,5 y 9) es una localidad muy cercana a València y auténtica meca de la cerámica. Un arte que se remonta a la época de dominación árabe. Lo constatarás visitando el museo municipal y el típico barrio d’Obradors, donde se concentraban las fábricas de producción. Pero, si te apetece probar tus habilidades, debes participar en un taller profesional de cerámica dirigido por artesanos. ¡Cocerás tus propias creaciones!
Desde Manises se llega en un periquete a Alboraia (Metro L 3 y 9), uno de los bastiones del pulmón verde de cultivo que envuelve València. Puedes pasear por l’Horta, entre cultivos de chufa, y admirar el kilómetro 0 de la horchata en el museo que aloja la fantástica alquería Machistre. No puedes continuar sin pedir un buen vaso de nuestra bebida más internacional en Horchatería Daniel, no sin antes descubrir una de las playas de Alboraia. Port Saplaya (Metrobús 112 A y B) te encantará por sus vistosos apartamentos de colores junto a los numerosos canales que la conectan con el mar. No por casualidad es conocida como la “pequeña Venecia”. Y, ya llegados hasta aquí, no te prives de relajarte en la arena dorada de la Pobla de Farnals (MetroBús 112 A y B).
Patrimonio artístico y experiencias en familia
El Puig (Línea C6 tren cercanías y MetroBús Líneas 111, 112A y B) es una población con un patrimonio importante, aunque ningún atractivo arquitectónico se puede comparar al Monasterio de Santa María, erigido por orden de Jaume I para conmemorar la toma de València y declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional desde 1969. A las familias les gustará saber que este municipio tiene una completa oferta de actividades pensadas para peques. ¡Y es que conocer la historia y disfrutarla no está reñido con vivir aventuras!
Y para acabar de sacarle partido a tu València Tourist Card nada mejor que acudir a Sagunto (Línea C6 tren cercanías y MetroBús111, 113, 115 y 320) Su ciudad antigua es digna de una visita, por la riqueza de su patrimonio artístico e histórico, junto al teatro romano, todavía empleado, más de dos milenios después, como foro de actuaciones y sede principal del festival Sagunt a Escena cada mes de julio. Descendiendo al núcleo medieval de la ciudad se hace imprescindible adentrarse en la judería, enmarcada por su característico portal. El impacto que producen las antiguas torres de los altos hornos del mediterráneo hacen que merezca mucho la pena conocer estos vestigios de la arqueología industrial del último tercio del siglo pasado. Y si tanta visita te deja sin aliento… ¿Por qué no disfrutar de la playa del Almardà, de casi dos kilómetros de extensión, y con un destacado cordón de dunas a modo de enseña?
Pues ya solo te queda comprar tu València Tourist Card y elegir la excursión por dónde empezar.